Las heridas emocionales del pasado siguen presentes en nosotros como si fueran cicatrices en vez de simples heridas, ya que no les hemos provisto de las curas que necesitan.
Pero no pierdas la esperanza, hay formas para superar esas huellas que han dejado las heridas emocionales.
Entendiendo las heridas emocionales
Empecemos por entender qué es una herida emocional. Las heridas emocionales son un dolor a nivel psíquico o miedo que sufrimos hoy día causado por algo que ha ocurrido en nuestro pasado, mayormente en nuestra infancia.
Estas experiencias pueden dejar cicatrices profundas, es por eso que la terapia infantil juega un papel crucial para sanar estas heridas.
El origen de las heridas emocionales
¿Cuál puede ser el origen de nuestras heridas emocionales? Estos sucesos pasados que nos tienen sufriendo pueden comprender todo un abanico de acontecimientos.
Desde la negligencia o exigencias de nuestros seres queridos más próximos hasta eventos con una intensidad traumática mayor, como por ejemplo desastres naturales en los que te has visto involucrado.
¿Por qué nos afectan las heridas emocionales?
Si son sucesos del pasado, ¿Por qué nos siguen afectando en el presente?
No es casualidad que muchas de las experiencias de las que no nos podemos deshacer vengan de la infancia. En este periodo, el cerebro es más vulnerable a los sucesos delicados, ya que está en pleno desarrollo y no cuenta con las herramientas necesarias para comprender y superar ciertos eventos. Con lo cuál todos estos acontecimientos se quedan como espinas clavadas que no sabemos sacar.
Por otro lado, en nuestra naturaleza humana solemos tender a huir de la realidad, y sobre todo de los eventos que nos dan miedo o nos hacen daño. Aunque la lógica dice que huir es la solución para mantenerte a salvo, el verdadero remedio es afrontar y encarar la realidad.
Tipos de heridas emocionales
Dado que las heridas emocionales tienen distintos orígenes y causas, existen distintos tipos de heridas del pasado. Saber cuáles son pueden ayudarte a reconocerlas, lo cuál es el primer paso de sanación.
Herida de abandono
Una de las heridas emocionales es la del abandono, la cuál surge de vivencias relacionadas con la soledad o desatención por parte de los cuidadores tanto a nivel físico como emocional.
¿Cómo puedo identificar si tengo esta herida emocional? Algunos de los síntomas incluyen el temor al compromiso, donde se experimenta la sensación de que la pareja nos abandonará; y una búsqueda constante de aprobación, ya que se asocia la aprobación con una falsa sensación de seguridad contra el abandono.
Herida del rechazo
La herida del rechazo tiene que ver con vivencias pasadas en las que nos hemos sentido excluidos, rechazados o no válidos en cualquier contexto.
Es muy normal que las personas que sufren de esta herida tengan problemas con la autopercepción y nunca se sientan lo suficientemente válidos. Esto suele traducirse en la comparación casi constante con los demás y en un autoaislamiento por el miedo al rechazo por parte de los demás.
Herida de humillación
La herida de humillación suele tener su origen en la infancia, cuando nos hemos sentido criticados o avergonzados por parte de personas cercanas a nosotros.
Los síntomas de esta heridas suelen manifestarse en el terror a afrontar nuevas situaciones, ya que pensamos que seremos fuertemente criticados si no tenemos éxito en la “tarea”; o también en la necesidad de estar todo el rato pendiente de los demás desde un estado de miedo, ya que lo realizamos de una manera egoísta al querer recibir la aprobación y afecto del otro.
Aprovecho para aclarar que no hay nada de malo en reconocer que se es egoísta, al fin y al cabo, todas las heridas emocionales vienen de un deseo humano y natural de querer recibir afecto. Así que si reconoces esto te doy la enhorabuena, hemos dado un gran paso para la sanación.
Herida de traición
Esta herida psicológica encuentra su causa en la sensación de haber sido engañado, ya sea porque nos han mentido o no han cumplido una promesa.
Las personas que tienen esta herida de la infancia suelen ser exigentes, debido a la dificultad que tienen para confiar en los demás. Además, por el mismo motivo, tienen una necesidad de tenerlo todo bajo control, ya que piensan que, de otra manera, todo irá mal.
Herida de injusticia
Como su propio nombre indica, esta herida emocional, nos conecta a vivencias en las que hemos sentido una injusticia hacia nosotros, como por ejemplo, la experiencia de comportamientos y posiciones rígidas de otras personas.
Los que sufren de esta herida psicológica manifiestan comportamientos como autoexigencia y un gran nivel de perfeccionismo, ya que han vivido un ambiente en el que nada se tenía que salir de lugar. Todo esto también les lleva a aborrecer la autoridad y se encuentran con dificultades para establecer límites.
Impacto de las heridas emocionales en la vida adulta
Como hemos dicho, aunque las heridas se hayan formado en la infancia, hay muchas causas por las que siguen persiguiéndonos en el presente. Y también, llevan consigo algunas consecuencias como vamos a ver a continuación.
Como las heridas emocionales pueden afectar la autoestima
Aunque la autoestima, como su nombre indica, es la percepción que tenemos de nosotros mismos, solemos basarnos en factores externos y en la validación de los demás para establecerla, ya que somos seres sociales y afectivos.
Como habrás podido notar, las heridas emocionales de la infancia tienen que ver con la relación que hemos tenido con personas importantes en nuestro pasado y cómo hemos interpretado algunas situaciones en esas relaciones.
Por lo que no es de extrañar que muchos de los síntomas que provienen de estas heridas están ligados a la autoestima y la necesidad enfermiza de buscar aprobación. Por lo que afrontar estas heridas tendrán un cambio positivo en la manera en la que te ves y te relacionas contigo mismo.
La Influencia de las heridas emocionales en nuestro comportamiento
Como hemos visto, las heridas emocionales tienen un impacto en nuestro comportamiento incluso a día de hoy motivado por el miedo que han causado. Algunas veces, esas heridas pueden provocar problemas en el comportamiento de alta intensidad, como por ejemplo trastornos del comportamiento.
El papel de las heridas emocionales en la ansiedad y la depresión
Una de las maneras en las que se ven reflejadas las heridas de la infancia son en problemas de ansiedad y depresión.
Todas estas heridas psicológicas montan una cadena de dolor que afectan a todos los aspectos de la vida y la manera en la que la afrontamos, y la mayoría de las veces se traducen en problemas más graves como la ansiedad y la depresión.
Las heridas emocionales y su relación con las dificultades en las relaciones
Los tipos de apego y las heridas emocionales tienen mucha relación, ya que estas últimas establecerán tu modelo de apego dependiendo de las heridas que sufras.
Por ejemplo, una persona que tiene la herida del abandono, difícilmente entrará en una relación de pareja estable por el miedo a ser abandonado; y cuando esté en una relación es probable que necesite ser acompañado constantemente y tener señales de que su pareja no la va a abandonar.
Identificando tus propias heridas emocionales
A lo largo del post ya hemos comentado algunos síntomas de las heridas emocionales, pero queremos dejarte una lista más completa con los síntomas más comunes a modo de resumen:
- Baja autoestima.
- Dificultades para establecer y mantener relaciones saludables.
- Miedo al abandono o rechazo.
- Problemas de confianza en los demás.
- Patrones de comportamiento autodestructivos.
- Ansiedad o depresión.
- Problemas de límites personales.
- Dificultades para expresar y manejar emociones.
- Dependencia emocional de otras personas.
- Autocrítica excesiva o perfeccionismo.
- Dificultad para establecer metas y seguir adelante en la vida.
- Sentimientos de culpa o vergüenza persistentes.
- Patrones de relaciones tóxicas o abusivas.
- Dificultad para manejar el estrés o la adversidad.
- Problemas con la ira o el control de impulsos.
- Trastornos alimenticios o adicciones.
- Desarrollo de enfermedades físicas relacionadas con el estrés.
- Evitación del contacto emocional o situaciones que despierten recuerdos dolorosos.
- Inseguridad emocional o indecisión.
- Sensación de vacío interior o falta de propósito en la vida.
Camino hacia la sanación
¿Has identificado alguna/s heridas emocionales de la infancia? No es motivo de alarma, en realidad todos contamos con heridas de la infancia, pero hay solución para ello. Tenemos que aprender a convivir con ellas e incluso erradicarlas.
Esto es todo un proceso, el cuál no es fácil, pero en Psicología Estrella estamos capacitados para ayudarte a identificar y superar tus heridas del pasado de una vez por todas. ¡Contacta con nosotros y empieza tu camino de sanación!