El uso de pantallas entre los niños suele aumentar durante las vacaciones, debido al mayor tiempo libre y a la falta de rutinas escolares. Este artículo analiza los factores que contribuyen a este incremento, los impactos en el desarrollo cognitivo y emocional de los niños, y ofrece consejos prácticos y recomendaciones basadas en las directrices de la OMS para gestionar y reducir el tiempo frente a las pantallas.
¿Por qué el uso de pantallas en niños aumenta en verano?
Estamos viviendo una era digital donde el acceso continuo a pantallas (tablets, televisión, teléfonos, ordenadores, etc) están presentes en nuestro día a día. Tanto es así que las delimitaciones en el uso de estos dispositivos son un tema de debate actual social, en cuanto a definir qué acciones determinan un mal uso del mismo y cuanto podría afectar al desarrollo cognitivo y emocional de los niños, de darse ese mal uso.
Factores que contribuyen al aumento del tiempo de pantalla.
Existen diversos factores sociales y educativos que actualmente están contribuyendo a un mayor uso de las pantallas por parte de niños y adolescentes, factores como el estrés que afectan a la regulación emocional, la falta de dedicación de tiempo a los hijos en el ocio y tiempo libre, la falta de autocuidado sirviendo de modelo en el no auto cuidado y desarrollo de hábitos saludables a los hijos, así como la falta de formación y conciencia en los padres respecto al impacto del uso de pantallas a nivel de desarrollo y la consecuente puesta de límites adecuada.
Es por ello que es fundamental trabajar en aumentar las capacidades y habilidades de padres/madres de cara a la prevención de los riesgos asociados. Por tanto, durante el proceso terapéutico, nos centramos en mejorar las capacidades y habilidades educativas de los padres (comunicación, establecimiento de normas, etc), así como analizar las diferentes consecuencias negativas (fisiológicas, psicológicas y psicosociales) y peligros asociados, los factores de riesgo y a detectar los primeros signos de alarma de uso excesivo de pantallas.
Así, es crucial aumentar la percepción de riesgo y valorar la importancia de una buena relación familiar por parte de los padres/madres, como factor de protección.
El rol de las actividades al aire libre y las alternativas
Los niños aprenden también por observación, por tanto también aprenden hábitos saludables a través de ver a sus propios padres desarrollarlos, así, es fundamental durante la crianza tener ese espacio de tiempo para sí mismos y espacio de ocio a compartir con los hijos.
De otra parte, respecto al impacto en la salud, se ha vinculado el comportamiento sedentario tanto en niños y adolescentes como un factor de riesgo de aumento de la obesidad y de mortalidad global, por tanto es importante realizar actividades que movilicen el cuerpo, a ser posible al aire libre en contacto con la naturaleza, donde los niños aprendan a disfrutar de su ocio y tiempo libre sin pantallas, relacionándose socialmente con otros niños, creando hábitos saludables de vida y aprendiendo a regularse emocionalmente a través del ocio y el deporte.
Impactos del uso de pantallas en niños
El uso prolongado de pantallas puede tener varios efectos negativos en los niños, afectando su desarrollo cognitivo y emocional, así como su calidad de sueño. En esta sección, analizamos estos impactos y destacamos la importancia de un uso moderado y supervisado de las tecnologías.
Efectos en el desarrollo cognitivo y emocional
Existen investigaciones que vinculan el uso abusivo de pantallas en niños, con dificultades en el lenguaje y limitación de la capacidad de riqueza lingüística del niño dentro del entorno familiar. Además, existen investigaciones que están vinculando trastornos de conducta y de aprendizaje en niños pequeños expuestos a la televisión, smartphones o tabletas: dificultando su capacidad de tolerar la frustración y rechazando los límites.
Entre los adolescentes, la presencia de «pantallas» y prácticas digitales se multiplican con el uso masivo de las redes sociales y los videojuegos, derivando también en posibles adicciones a los videojuegos.
Además de estas importantes consecuencias, la exposición prolongada a las pantallas puede provocar per sé en niños y adultos lo que se define como «Síndrome de Visión por Computadora» (CVS o Computer Vision Syndrome), cuya incidencia está aumentando rápidamente, especialmente entre los niños. Este síndrome describe como un grupo de problemas relacionados con la visión que resultan del uso prolongado de computadoras, tabletas, lectores electrónicos y teléfonos móviles. El nivel de gravedad de estas alteraciones parece aumentar a medida que aumenta el tiempo de exposición a la pantalla digital.
Los síntomas más comunes asociados con CVS son: fatiga visual, dolor de cabeza, visión borrosa, ojo seco, dolor de cuello y hombros. Estos síntomas pueden ser causados por varios factores relacionados con el uso de pantallas, tales como: mala iluminación, reflejos de las pantallas digitales, distancias de visualización inadecuadas, posición sentada inadecuada, problemas de visión no corregidos y, una combinación de todos estos factores.
Los usuarios sienten y experimentan estos síntomas en diversos grados, según sus capacidades visuales subjetivas y la cantidad de tiempo que pasan mirando una pantalla digital. Problemas de visión mal corregidos, como hipermetropía y astigmatismo.
El uso de pantallas y la calidad del sueño infantil
Se ha analizado el uso de pantallas y su influencia en la reducción del sueño así como una peor calidad del sueño, provocando somnolencia diurna.
La luz que emiten las pantallas es azulada y es de las que más interfieren en este proceso. Esto explica porque el uso de pantallas antes de dormir interfiere en el sueño de los menores de manera más intensa. Además, se ha observado que la luz azul interfiere en la melatonina y por tanto en la regulación del sueño, teniendo un mayor impacto en niños y adolescentes que en adultos.
Recomendaciones y directrices según la OMS para el uso de pantallas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido directrices claras sobre el tiempo de pantalla adecuado para diferentes edades de niños. Estas recomendaciones están diseñadas para minimizar los riesgos asociados con el uso excesivo de pantallas, promover hábitos saludables y asegurar un desarrollo equilibrado en los niños. A continuación, se detallan las directrices específicas de la OMS para distintos grupos de edad y se ofrecen consejos prácticos para que los padres puedan implementar estas recomendaciones en el día a día.
Las disposiciones por parte de la OMS son muy concretas: los niños pequeños deben evitar, sin excepción, la exposición a una pantalla, deben dormir entre 14 y 17 horas diarias, y moverse al menos 30 minutos. Las reglas están contenidas en las nuevas directrices de la OMS (Organización Mundial de la Salud) dedicadas al bienestar de los niños menores de 5 años. Las horas de sueño recomendadas disminuyen ligeramente entre 1 y 3 años, pero seguimos estando entre 11 y 14, mientras que entre 3 y 4 años el tiempo dedicado a dormir se mantiene entre 10 y 13 horas. Sólo después de 2 años se tolera una exposición mínima a la pantalla, sea cual sea el dispositivo, pero nunca debe exceder de una hora.
Finalmente, la actividad física es crucial como parte de la rutina del niño, para quien la OMS prescribe al menos 3 horas de juego al día: actividad física que, entre los 3 y 4 años, puede incluir al menos una hora de intensa actividad motora.
Límite de tiempo de pantalla según la OMS
El tiempo dedicado a mirar la pantalla, según las recomendaciones de la OMS, debe ser:
-Edad 0-1 año: el tiempo de exposición recomendado es cero.
-Edad 2 años: no más de una hora al día y, de hecho, es preferible menos tiempo.
-Edad de 3 a 4 años: no más de una hora.
-De 5 a 17 años: no pasar más dos horas (120 minutos)
Consejos para gestionar el uso de pantallas en verano
Para gestionar el uso de pantallas en verano, es importante establecer horarios y rutinas claras, fomentar actividades sin pantallas y supervisar los contenidos que consumen los niños.
Establecer horarios y rutinas
Establecer un horario claro para el uso de pantallas puede ayudar a limitar el tiempo que los niños pasan frente a ellas. Integrar actividades sin pantallas en la rutina diaria es esencial para mantener un equilibrio saludable.
Fomentar actividades sin pantallas
Fomentar actividades como juegos al aire libre, deportes, lectura y manualidades ayuda a reducir el tiempo de pantalla y a desarrollar habilidades sociales y emocionales.
Supervisión y contenidos apropiados
Supervisar el contenido que los niños consumen es crucial. Asegurarse de que los programas y aplicaciones sean apropiados para su edad y que promuevan un aprendizaje positivo puede minimizar los riesgos asociados al uso de pantallas.
Reflexiones finales sobre el uso de pantallas en verano
El equilibrio y la moderación son clave para un verano saludable en términos de uso de pantallas. Los padres juegan un papel crucial como modelos a seguir.
Balance y moderación: claves para un verano saludable
Un enfoque equilibrado, que combine el uso moderado de pantallas con actividades físicas y sociales, es esencial para un verano saludable y feliz para los niños.
El ejemplo parental como factor determinante
Los niños aprenden observando a sus padres. Modelar un uso saludable y equilibrado de la tecnología es fundamental para que los niños desarrollen hábitos tecnológicos responsables.
Si quieres ampliar información y tomar una mayor conciencia respecto al uso de pantallas en tu hijo, puedes contactarnos. En Psicología Estrella, trabajamos esta temática desde hace más de 15 años, dando talleres sobre ello y realizando terapia familiar e individual a niños y adolescentes.